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El liguista Rolando Fonseca trató por todos los medios de celebrar su gol contra Pérez Zeledón, pero el portero Donny Grant y su defensa lo impidieron. Abelardo FONSECA / Al Día
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Liga toma altura
Acabó con invicto de Pérez Zeledón y piensa en Saprissa
Hugo ULATE SANDOVAL / Al Día
“Pónganme una cancha mojada hasta lo más profundo de sus drenajes y al líder del cameponato, que yo me encargó del resto”.
Pareciera que estas fueron las palabras de la Liga antes de iniciar el juego de anoche contra Pérez Zeledón y en el que venció por la mínima.
Y es que hay que ver esta Liga jugando sobre mojado, bajo un aguacero en el que solo faltó que cayeran “perros y focas”.
El tome y deme, los pases al pie y filtrados de cara al marco volvieron a aparecer en el Morera Soto. Claro está que solo en el primer tiempo porque en el segundo la lluvia desapareció y con ella otras cosas...
“Pérez”, que por lo menos en la primera parte no fue tan fiero como lo pintaron, apenas soportó 23 minutos hasta que Harold Wallace, volanteando como nunca, la puso en la red. Antes el tejido de pared entre Wílmer López y Alexander Castro para que el lateral derecho la pasara por el único trillo libre y viniera el cierre para el gol.
De aquí en adelante los generaleños se acordaron de atacar y pusieron en aprietos a los manudos. Disparo en el tubo del “Búfalo” Bill González y parada de Álvaro Mesén casi en la línea de sentencia.
La Liga terminó el primer tiempo preocupada al ver que su “Pato” López salía herido del campo. Preocupación porque duele perder al hombre que maneja los hilos en ataque.
Se fue el baile
Qué lástima que a los visitantes no se les ocurrió salir con sus líneas adelantadas desde el principio. Quizás no habrían perdido el invicto que traían y quién sabe si hasta el liderato que hoy estará en juego en Tibás.
Quienes pretendieron seguir disfrutando del “bailongo” rojinegro se quedaron con las ganas, pues el barro, el tránsito lento del balón y las dificultades para pararse dominaron.
Ya para esas alturas, ni los jugadores técnicos y elegantes como Izaguirre pudieron hacer nada para levantar el ritmo de juego. La dinámica se perdió.
Mientras, los liguistas trataban de amarrar el juego a punta de defensores, los sureños no querían irse con las manos vacías, así que terminaron con cuatro delanteros: Guillermo Campos, Enoc Pérez, Bill González y Taylor Morales, pero no les alcanzó.
La Liga sigue sumando. Ahora viene el clásico. Algunos pedirán que llueva desde el principio y que no deje de llover. Otros posiblemente que entre el verano.
“Desde que estoy aquí este primer tiempo ha sido el mejor que le he visto al equipo. La salida de Wílmer y la cancha nos perjudicó en el complemento”, comentó el técnico manudo Juan Carlos Oblitas.
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